Hay días en que cuesta horriblemente salir ahí fuera
porque una se siente más pequeña que una infinitesimal parte de un grano de arena a punto de disolverse en un inmenso mar.
Entonces no queda otra que pertrecharse y para eso hay que mirar siempre para adentro.
Has de buscar esa llama interna de poder ilimitado que te define.
La mujer chamán le explicó que para volverse inconquistable hay que reconectar con la esencia, con lo que a cada uno nos vuelve únicos.
Vestirse de autenticidad es la única manera de salir ahí fuera en las tardes inhóspitas. Y hay que hacerlo en silencio porque es fundamental protegerse de los saboteadores que siempre andan merodeando.
Volvió a recordar la voz de la generosa mujer chamán.
«Sé selectiva con tus pensamientos – le advirtió en aquella pradera en la que ululaba el viento llamando a las cumbres nevadas- y sólo deja pasar a tu interior todo aquello que te potencie».
La mujer chamán iba por el mundo regalando talismanes contra la negatividad.