LA SABIDURÍA QUE NOS REGALA LA VIDA
Creo que cualquier momento es bueno para sentarnos a la orilla del río de nuestra vida y observarlo. Observar lo que nos va entregando la vida a modo de cápsulas de sabiduría que nos vuelven mujeres más sabias.
Me refiero a esos regalos en forma de aprendizajes, lecciones, consejos, con una sabiduría que nos permite evolucionar, es decir, empezar a ver las cosas de una manera nueva que profundiza en nuestra salud y bienestar.
En estos momentos del año me gusta pensar en estos aprendizajes que siento que marcan un hito en mi camino.
En esta ocasión, esa cápsula de sabiduría tiene que ver con las situaciones difíciles. Ya sabes que las experiencias dolorosas están ahí porque son retos inevitables de nuestra vida.
Este año he aprendido que la clave para que el dolor no se enquiste es darle espacio. Una vez que ya está en nosotras, hay que proporcionarle un espacio para que ocurra, y no rechazarlo, evitarlo o huir de él. Muchas veces duele más la aversión a lo desagradable, que la propia experiencia desagradable en sí misma. El rechazo crea un plus de dolor que se suma al original.
Es importante, por lo tanto, darle espacio y luego, abrirse a esa experiencia desagradable, con una mirada bondadosa y afectuosa. Ya sé que es algo doloroso y que apetece poco, pero la manera de suavizarlo es abrazarlo, mecerlo, con una curiosidad amable y con compasión. Sólo así estará en nosotras el tiempo que tenga que estar y luego se desvanecerá, como las nubes en el cielo: surgen, se desarrollan y desaparecen.
El rechazo, sin embargo, nos encadena a lo doloroso. Se crea un círculo vicioso: el dolor nos produce rechazo, el rechazo aumenta el dolor, cuanto más dolor, más rechazo y a más rechazo más dolor…y así sin parar.
Con estas reflexiones he creado un microrrelato que es el mensaje de felicitación de Palabras a la Vida para ti en estas Navidades. Es la postal que incluyo al final de esta entrada.
También quiero darte las gracias por sostener este proyecto, con tu presencia, con tus lecturas de los post, con los comentarios que me envías o los que te dices para ti.
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Pensando en ti he creado una selección para que, si te apetece, regales Palabras a la Vida en Navidad.
Gracias por ser un estímulo constante para mí y gracias por avivar mi pasión por escribirte.
Si tú lo eliges, seguiremos juntas este camino. Feliz Navidad.
alejandra piñeiro caballero dice
Gracias!!! Por poner en bellas palabras bellos sentimientos.. Gracias!!
Palabras a la Vida dice
¡¡ Muchas gracias a ti, Alejandra !! por tu comentario y por compartirlo. Me hace mucha ilusión recibirlo 🙂 Descubres belleza en este post porque previamente ya está en ti. ¡¡ Un abrazo !!
Chelo dice
Garbiñe, buenas tardes. No quería dejar pasar más tiempo, sin enviarte mi más sincera gratitud por las palabras que, egoístamente, siento que me dedicas. Es como si tuvieras una pequeña cámara y me estuvieras viendo para decirme, exactamente, aquello que necesito leer, justo en el momento oportuno y dejarme tanta paz y tanta luz. Te descubrí por casualidad, hará aproximadamente un año. No te he escrito nunca y ahora, siento una necesidad enorme de darte las gracias y no quiero que pase más tiempo sin hacerlo. Me encanta recibir un correo tuyo con un nuevo post, historia o cuento. Se me da fatal ponerle palabras a mis sentimientos pero lo que tú nos haces llegar es magia. Gracias por todo esto que haces. Un abrazo enorme.
Palabras a la Vida dice
¡¡¡ Oh, Chelo !!! Es precioso lo que me dices. Un millón de gracias.
Me alegra mucho que encuentres un sentido a las palabras de este blog. Para mí es un honor que las esperes con ilusión y que las sientas dirigidas a ti. En realidad es así: son palabras que tienden puentes entre corazones, en este caso, entre el tuyo y el mío. También te diré que los mensajes llegan a quienes ya están preparados para recibirlos. Es como si mensaje y receptor vibraran en la misma frecuencia y eso explica que se produzca esa especie de encaje perfecto 🙂 Por eso mis mensajes son para ti, porque lo que yo siento y tú sientes están en la misma onda.
Me parece un regalo que me escribas para expresarme tu aprecio y tu gratitud. Me hace muy feliz y me siento muy agradecida. También me da mucha energía para seguir adelante.
Me encanta escribir, pero a veces no sé si lo que escribo llega a algún sitio y hay temporadas en las que flaqueo. Por eso tus palabras me sirven de estímulo.
Muchísimas gracias por haberte animado a escribirme y muchísimas gracias por estar ahí y sostener este proyecto, que también es tuyo. ¡¡ Un abrazo grande !!