Enfado
Hay días en que te levantas y nada te encaja. Todo lo cuestionas. Pocas cosas son como desearías que fueran. ¿Te suena?
Cuando estás así es que tienes un enfado monumental. ¿Y sabes con quién?
Sí, esa es la dura respuesta. Cuando nos ocurre esto estamos cabreadas con nosotras mismas. Porque lo de fuera es reflejo de lo de dentro. Lo que vivimos en el exterior primero lo hemos creado en nuestro interior.
¿Qué hacer cuando sientes esta rabia? Vivirla. Y vivirla con dos dedos de frente. Ya sé que es intenso y duele, pero no queda otra que pasar por ello.
Se trata de vivir el enfado de una manera que nos sirva.
Para eso, en primer lugar, hay que poner nombre a lo que nos tiene inmensamente cabreadas. Nombrar algo es reconocer que existe. Así que te propongo que cojas lápiz y papel y empieces a escribir. Sigue este estructura: «Estoy muy enfadada porque….» y vete rellenando renglones.
Completa esas frases con cualquier detalle que te cabree. Nada es demasiado pequeño ni insignificante. Todo cuenta. Sé honesta contigo misma y pon palabras a lo que desata tu ira.
Esto es un ejemplo:
«Estoy muy enfadada porque…
Quiero hacer más de lo que hago
porque no me cunde el tiempo como quisiera,
porque me canso más de lo que me gustaría,
porque no sé repartirme como desearía,
porque me cuesta poner límites,
porque no sé decir que no,
porque estoy perdiendo la ilusión,
porque estoy envejeciendo y me da miedo,
porque mis sueños se alejan…..»
Eres una mujer valiente, ten el coraje de ser franca contigo.
¿Por qué? Porque con este ejercicio lo que estamos haciendo es invocar a las diosas del enfado transformador. Tiene que ver con lo que te decía antes de enfadarse con dos dedos de frente; enfadarnos de una «manera sabia», consciente, para que la energía tremenda que desencadena la rabia y la ira se ponga a trabajar a nuestro servicio.
¿Por qué? Porque en la segunda parte de este ejercicio escrito vamos a invocar a esas diosas de la ira transformadora para entonar con ellas el canto purificador del «ya está bien». Una vez que has escrito todos los motivos de tu enfado escribe «convoco a las diosas de la ira transformadora porque ¡ya está bien! »
Y a renglón seguido date cuenta de lo que vas a soltar y comprométete a simplificar tu vida para dejar de estar tan enfadada. Escribe esos compromisos.
Te puedes comprometer a dejar de querer ser distinta de como eres, porque tú ya eres como has de ser…porque esa condición es inherente a ti…Venimos a este mundo a ser y eso significa ser como somos. Una rosa es, y no se martiriza por no ser un clavel.
Date espacio. No te pongas grilletes. Ya vale de compromisos, responsabilidades o expectativas que en realidad son muros que te aprisionan.
¿Por qué te cuento todo esto? Porque sé de lo que hablo y quiero que te ayude.
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Lo que te acabo de proponer es un ejercicio de escritura personal. La escritura personal es una herramienta de introspección. Un atajo para pulverizar límites y pensamientos que no necesitas y quedarte con ideas que permiten desplegarte como lo hace el capullo de una flor.
¿Sabes qué? Es como si tuvieras una reunión contigo misma, como si te invitaras a un café o a lo que te apetezca y te regalaras tiempo, espacio, escucha, ternura, impulso, amor…Todo lo mejor, para ti.
¿Te apetece? Si es así, no quiero que te quedes sin alguno de los cursos de la Escuela de escritura personal de Palabras a la Vida.
Por eso tengo una oferta especial SOLSTICIO DE INVIERNO, con unos precios todo lo asequibles que puedo ofrecerte, para que no sean un impedimento si estás dispuesta a empezar con la escritura pesonal.
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«Escríbete y Vivirás Mejor» es tu curso si te reconoces en alguna de estas preguntas:
¿Echas en falta ilusionarte como antes? ¿Tienes la sensación de que todo es costoso y se te hace cuesta arriba? ¿Quieres sentirte viva de verdad y no aburrida y aplanada por la rutina? Durante ocho semanas recibirás propuestas de escritura que te impulsarán a creer y confiar en ti . Le dirás a la vida: «Aquí estoy yo, dispuesta a vivirte, vengas como vengas, porque sé cómo hacerlo».
«El Yoga de las Palabras» es el curso perfecto para soltar preocupaciones. Tendrás ratos de quietud y paz interior para el resto de tu vida. Y aprenderás tantas maneras de recuperar el equilibrio que pensarás, ¿por qué no lo he hecho antes?
Estas navidades regala cursos de escritura personal. Y cuando hagas tu lista de regalos, no te vuelvas a olvidar de ti. Puede ser una de las razones de tu enfado.
Sonia dice
Genial sencillamente genial!!
Palabras a la Vida dice
Muchísimas gracias por tu aprecio, Sonia !! Bienvenida a Palabras a la Vida. Esta es tu casa 🙂