Bienvenidos al nuevo sitio de Palabras a la Vida; es ésta una casa humilde y artesana. He hecho lo máximo que he podido para que la sintáis vuestra casa y me sigáis acompañando.
Esta es la nueva casa de Palabras a la Vida. Mis puertas, mis ventanas, se abren de par en par para recibirte. ¡Entra y sírvete un café, una infusión, una copita: lo que te apetezca!
Paséate por cada rincón, tómate tiempo para enredar en los cajones. Siempre me gustó esconder tesoros insignificantes entre papeles de seda, piedras de colores, hojas desecadas o piñas del bosque. Cuando lo hago, me encanta imaginarme la cara y el alma de quien pueda encontrarlos. Es como volver a tener la mirada limpia de la niñez; esa mirada que ve el mundo con sorpresa, porque todo es nuevo a cada instante, porque todo vuelve a empezar a cada segundo y entonces se abren infinitas posibilidades. Entonces reina la magia, porque cualquier cosa es posible.
Reformar un blog o emprender cualquier cosa es una oportunidad para disolver miedos mientras adquieres destrezas
Te invito a que recorras esta nueva casa con esta manera de mirar y de estar. Es un hogar humilde y artesano, porque lo han construído mis manos y mis miedos. En el proceso, mis manos han ido ganando algo de destreza y a mis miedos los he ido abrazando y se van disolviendo. Os lo he contado estos días a quienes he podido enviar una invitación. De varios de vosotros no tengo e-mail, por eso os lo escribo en esta entrada. Para los que seguís Palabras a la Vida desde vuestro lector de wordpress, para los que me leéis desde las redes sociales, y para los que aterricéis por aquí, de casualidad -que las casualidades no existen-. Es una invitación para todo aquel a quien llegue.
Además aprovecho la ocasión para animarte a que te suscribas, si te apetece. Al suscribirte, recibirás en tu mail cada nueva entrada que publique, como ésta.
Y de vez en cuando te mandaré cartas con alguna sorpresa.
Apuntarse a este nuevo blog TIENE REGALO. Una pequeña colección de postales ZEN, para que te las descargues. Éstas son sólo dos, para que te hagas una idea.
Si ya estás suscrito y te apetecen, ponte en contacto conmigo, y te las enviaré a tu mail. Si prefieres también puedes contactar aquí.
Si curioseas en el nuevo sitio verás que ahora a los seguidores de Palabras a la Vida os he llamado el Club de los Corazones Naturales.
También ofrezco más detalles sobre la posibilidad que tienes de regalar palabras y escritos personalizados a través de Palabras a la Vida.
Ésa es una posibilidad. Otra, simplemente es disfrutar de las palabras, permitiendo que abran en ti espacios para el cambio, la evolución o lo que ellas quieran traerte.
Me hará mucha ilusión que me sigas acompañando en este nuevo sitio de Palabras a la Vida.
Siempre te recibiré con los brazos abiertos y cargada de historias.