Un cuento para liberarse de la culpa y empezar a crear belleza
– Si hubiera nacido en otro momento, en otro lugar o en otras circunstancias…., tal vez esto no sería así -se lamentaba una joven mujer–
– Aunque estuvieras en el mejor lugar, en el mejor instante y en las mejores circunstancias -le dijo con contundencia la mujer chamán– no podrías ser superior a lo que eres.
La joven negaba en silencio con la cabeza. No podía dar crédito a las palabras de la chamán.
– Nadie puede ser inferior ni superior a lo que es -continuó la chamán-. Es como el árbol: cada semilla lleva dentro el árbol que será.Tú vienes al mundo siendo ya quien realmente eres. Tu ser verdadero te acompaña desde el principio y es el que es. Siempre el mejor, no te quepa ninguna duda.
La explicación de la chamán abrió alguna misteriosa puerta en el interior de la joven y se puso a llorar. Ya no se sentía enfadada. Había comenzado a limpiar.
– ¿Sabes qué es perdonar? -le preguntó con dulzura la chamán-. Tiene que ver con el pasado. Sólo has de recordar aquellos momentos del pasado en los que hayas dado o hayas recibido amor. El resto, olvídalo. El pasado te ha servido para llegar adonde has llegado y ya ha cumplido su función. ¡Suéltalo¡, libérate de él y se te abrirá un mundo de infinitas posibilidades.
– ¿Y qué hago con esas posibilidades? -siguió preguntando la joven-
– Tu existencia sólo tiene sentido, si eres capaz de embellecerla -respondió la chamán-. Es como un lienzo en blanco. Puedes dejar que se te caiga encima y te aplaste o será mucho mejor que pintes en él. ¡Pinta algo hermoso¡ Sólo de tí depende el significado que des a tu vida. Tienes creatividad, tienes amor, estás viva….Dispones de todo lo necesario pero el significado lo has de crear únicamente tú. ¡Eres la creadora¡