Hola, mujer madura 🙂 En ti hay diosas que te hacen esplendorosa.
Siempre han vivido, de manera natural, en esta etapa de la madurez de las mujeres. ¿Sabes que en la menopausia hay unas energías potenciales, que casi siempre desconocemos, y que, sin embargo, si sabemos servirnos de ellas nos traerán cambios positivos? Sólo hay que conectar con las diosas que llevas dentro y olvidar los «mandatos culturales» — es normal que temas hacerlo, hace no demasiado nos quemaban en la hoguera — .
¿Te animas?
El de hoy quiere ser un post dedicado, sobre todo, a las mujeres de entre 45 y 55 años, a todas esas mujeres que estamos entrando en una nueva etapa vital y que para decirnos que ¡está aquí! y que la aprovechemos se manifiesta en nuestro cuerpo a través de todos esos signos, mensajes o «metáforas corporales» que nos trae la menopausia.
¿Sabes que todos esos «síntomas» son para avisarnos de que a la mujer madura nos corresponden, por ley natural, unas diosas, unos arquetipos, que nos hacen esplendorosas?
Se lo estoy leyendo a Jean Shinoda Bolen, psiquiatra, escritora y seguidora de Jung, entre otras cosas. ¡Me está resultando reveladora!
En algún momento, en torno a los 50 — un poco antes, un poco después — las mujeres sentimos que cruzamos un umbral, que entramos en un territorio desconocido y no justamente valorado por una cultura que empodera la «eterna juventud» y la belleza asociada a ella.
Pero, ¿sabes que este tramo de la vida es absolutamente enriquecedor? Mucho mejor aún : ¿sabes que es la mejor época de tu vida para ser tú misma más que nunca?
En esta fase de la vida se hacen presentes en ti, como nunca, las diosas de la sabiduría y de la autoridad interna. Me encanta cuando Jean Shinoda encuentra en los «sofocos» de la menopausia la metáfora corporal de lo que ella llama diosas de la furia transformadora. Explica que cuando sentimos «esas olas de energía» se están activando en nosotras esas diosas.
Las diosas de la furia transformadora entraban en acción cuando las divinidades masculinas no podían expulsar a los malhechores.
¿Ves lo diferente que es interpretar este síntoma de esta manera a como lo solemos hacer desde la incomodidad e incluso el miedo o el apuro?
La madurez y la menopausia son la oportunidad para abrirnos a lo sagrado femenino, a esas diosas, arquetipos o modelos, que hace mucho, mucho tiempo «el sistema» se empeñó en desactivar y que ahora está en nuestra mano accionar, porque las diosas «de la vejez o de la madurez» siguen con nosotras y tienen que ver, como te he dicho, con la sabiduría, la capacidad de actuar de manera firme y decidida, la compasión, la furia transformadora…
En esta etapa a muchas mujeres lo que nos apetece es «no hacer nada», no hacer nada por el trabajo o por los demás, no hacer nada más…porque sentimos que lo que quisimos hacer ya está hecho…Ahora lo que queremos hacer es por nosotras.
Las circunstancias nos han cambiado y eso también nos libera y nos entrega un momento propicio para descubrir lo que en realidad tiene sentido para nosotras y nutre nuestra alma.
¿Sabes que hay mujeres maduras que, de pronto, se vuelven artesanas, escritoras, cocineras , activistas políticas o no paran de meditar? Esta es la etapa de la vida en la que la mujer realiza sus propias elecciones. Y esto significa que lo que decides hacer o ser ha de estar en consonancia con tu autenticidad. ¡Claro que para eso siempre hay que mirar para adentro!
Los cambios que en ti produce la menopausia son una llamada de atención, una invitación a que reflexiones sobre lo que te cuento, a que revises si vives como quieres estar viviendo, a que te replantees si estás siendo la mujer madura esplendorosa que quieres ser.
Es un nuevo momento, con infinitas posibilidades, puedes recrear tu vida de arriba abajo, no olvides que las diosas de la madurez te acompañan y sólo quieren hacerte brillar 🙂
(El libro de Jean Shinoda Bolen que me inspira esta entrada se titula «Las Diosas de la Mujer Madura»)