QUE NO TE ROBEN TU AMOR

Que nadie te robe tu amor

Estamos pasando, mi pareja y yo, unos días de vacaciones. Por eso la entrada de esta semana te llega un día poco habitual.

Estar de vacaciones también es romper con lo de siempre, un borrón y cuenta nueva para volver a empezar con la energía renovada.

Elegimos el mes de junio, cuando en esta parte del planeta tiene lugar el solsticio de verano.

Me encantan estos días interminables, con tantas horas de luz. Es un  auténtico apoteosis, un momento de plenitud del sol, con unos cielos azules transparentes y un mar invitando a los primeros baños del verano.

Es una oportunidad para disfrutar del placer de sentir. Te invito a que aproveches el arranque de esta estación para recuperar ese gozo que, a veces olvidamos, y que es, como te digo, ¡el maravilloso placer de sentir!

Observa, toca, huele, saborea… Repara en las emociones que produce en ti todo lo que va llegando a través de tus sentidos : ese paisaje que ves, ese aroma, un sabor que te apasiona, una sensación en tu piel que te hace cerrar los ojos….

Conecta con tu cuerpo,  siente a través de él y, sobre todo, ¡ámalo!

Tu cuerpo es perfecto, es hermoso y te colma de placeres: cualquier cosa que ames hacer es posible gracias a las inmensas prestaciones de tu cuerpo. Agradéceselo y celébralo.

Y por supuesto, respétalo, cuídalo y honrálo. Tu cuerpo es tu «templo».

“Suelta, afloja, libera…Sólo tienes que permitir que el amor fluya, desde dentro hacia afuera y desde fuera hacia dentro”.

Lo acabo de leer – esto último que he entrecomillado – en el libro que me he traído para estos días de vacaciones. Se titula “Una princesa en el espejo”, de María Tolmo.

Bueno, ya lo había leído, pero me apetecía volver a hacerlo. Es una entrañable guía para salir del cautiverio emocional, como dice María.

Uno de los capítulos habla de la grandeza del amor y es ¡sensacional!

Cuando amas sinceramente, es más fácil conectar con el placer de sentir, al que te invitaba hace un momento.

Amar es un ejercicio de valentía porque requiere desnudez, desapego, apertura, libertad, entrega. Es puro coraje y no todo el mundo está por la labor. Hay quien por miedo prefiere quedarse en el apego, las condiciones, las expectativas, la espera, el sufrimiento…

“Una princesa en el espejo” nos propone que seamos “guerreras del amor”. Os transcribo una parte preciosa para que os sirva de inspiración y celebréis con la copa del amor llena el solsticio y el inicio del verano. ¡¡ Que seáis muy felices !!

 

“Reparte amor por dondequiera que vayas, a cualquier persona, en cualquier situación, aunque aparentemente te resulte imposible. Cuanto más irrealizable te parezca, cuanto más te cueste, mejor te hará sentir, más colmará tu corazón.

No estoy diciendo que tengas que relacionarte con personas que no te gustan o que abusan de ti. Me refiero a que sientas amor dentro de ti, incluso delante de tu peor enemigo, ¡no permitas que nadie te robe tu amor!

(…) Y si quieres avanzar más rápido: ¡ámate toda tú!

Es imprescindible y vital que te ames en toda circunstancia. Dudar de tus capacidades, cuestionar tus virtudes, rechazar tu cuerpo o empequeñecerte, provoca en tu interior un “tsunami” emocional de consecuencias desastrosas. Y el resultado es la proyección externa de esa inseguridad, obteniendo por parte de los demás, dudas , recelos y rechazos. En definitiva, todo aquello que estabas temiendo recibir.”

 «Una princesa en el espejo», María Tolmo

---