Estamos programados para sentir el contacto de unos con otros. Lo necesitamos por salud física y emocional. ¿Nos abrazamos? Este post incluye regalo.
¿Te acuerdas de aquel abrazo? Sí, hombre…; sí, mujer…Todos guardamos un abrazo especial en nuestro equipaje afectivo.
- Como aquella vez que te acompañaba la pena y fue, que te abrazaran, y ponerte a llorar. ¡Cómo lo necesitabas! Y es que, con los abrazos sentidos, se te cae la armadura y el corazón se expresa: natural, libre, sin juzgar. Como es él.
- O aquella otra vez, loco de contento, lo habías conseguido, eras el hombre o la mujer más feliz del mundo y fue, abrazarte, y estallar en una fiesta de alegría: carcajadas, giros, gritos de entusiasmo. Los abrazos de verdad son una caja de resonancia: multiplican hasta el infinito las mejores emociones.
- ¿Y aquel otro abrazo? Ya no se podía hacer nada, pero emocionan los abrazos que, aunque no resuelven nada, son una manera de decirle a la adversidad que no va a poder con nosotros. (◡‿◡✿)
Millones de años de evolución humana aseguran que necesitamos tocarnos los unos a los otros. Tenemos la necesidad, nunca lo bastante atendida ni reconocida de sentirnos físicamente.
Forma parte de nuestra naturaleza humana. Estamos programados para sentir física y emocionalmente a las personas que queremos. ¿Entiendes ahora por qué nos llena de bienestar dar y recibir abrazos?
Como diría mi madre: «el movimiento se demuestra andando». ¡Empieza ya! : ¿Nos abrazamos? A veces, es cierto, — sobre todo a los más tímidos –, nos cuesta traspasar ese espacio de intimidad que respetamos en la relación con los otros; nos da cierto apuro el contacto corporal que implica el abrazo.
Pero, como todo en la vida, la práctica hará que nuestros abrazos sean cada vez más y más «redondos». No están de más, si os parece, algunas recomendaciones para abrazar «con fundamento». Las he ido recopilando por la red:
- Que tu energía, al abrazar, sea positiva, tierna y afectuosa, como cuando una mami abraza a sus chiquillos. Es muy importante la actitud.
- Adáptate al estilo de abrazo que cada persona quiera dar y hazlo, como decíamos en el primer punto, con una actitud abierta y campechana. Ten esto mismo en cuenta para la duración del abrazo: sepárate en cuanto la otra parte dé a entender que ya es suficiente.
- No obligues a nadie a abrazarse si no le apetece. Un abrazo es un regalo y se puede aceptar o declinar. Todos tenemos días en que preferimos estar un poco aislados y es fundamental respetarlo.
- Antes de abrazar, mira a los ojos y deja que puedan mirar a los tuyos. Si no nos tomamos el tiempo suficiente para vernos y sentirnos, no podremos expresar ni recibir amor.
Esto se lo escuché la primera vez a Elsa Punset. Ella explica que reparar en el otro es la manera que tiene nuestro cerebro para sentir la empatía, que es la capacidad de ponerse en la piel de los demás. Así pues, mira y abraza. Tendrás una conexión perfecta.
El de los abrazos es un mundo vital , a veces desconocido y relegado.
¿Te apetece inspirarte y contagiarte con las múltiples emociones que desencadenan los abrazos? ¿Sí? Pues tengo un regalo para ti.
Es un pequeño e-book, de descarga gratuita y lleno de abrazos.
¿NOS ABRAZAMOS? ❤❤ . Así se titula.
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Cecilia dice
Gracias por esos abrazos !!
Desde aquí apapachos para ti y quien lo quiera recibir
Algún día leí por ahí el título de un libro y es tan cierto ….el abrazo que lleva al amor ….yo hoy digo….. el abrazo lleva al amor!
Gracias por estas palabras que nos llevan a la reflexión!!
Palabras a la Vida dice
¡¡Gracias a tí, Cecilia!!
Por tus palabras, por tus deseos para todos y por tu visita.
Me encanta recibirte.
Muchas gracias por tus apapachos. ¡¡Suenan tan cálidos y amables!!
Te mando mis mejores abrazos/apapachos desde aquí hasta Puebla 🙂