Hubo un tiempo en que viví sin abrazos. No eran habituales en mi entorno. Además, romper esa «distancia de seguridad» que cada persona construímos a nuestro alrededor, me resultaba costoso. Quizá fuera una cuestión de intensa timidez.
Hasta que en mi vida apareció Hortensia, mi suegra. Es la mujer con los abrazos más gustosos del mundo. Con su manera de abrazar tan natural, tan honesta, tan sincera, todo empezó a volverse fácil. Los miedos desaparecen cuando te abraza la persona correcta, lo mismo que los muros, que también se desvanecen y te abres. Entonces, empiezan a gustarte los abrazos y aceptas que sí, que eres una novata, y no te importa porque eso se soluciona con la práctica.
Hortensia ya ha perdido la memoria, pero cada vez que nos damos la mano y nos acariciamos la una a la otra, le intento transmitir mi inmensa gratitud por haberme iniciado en este territorio que vuelve tan hermosa la vida.
Como te decía hace un momento, a todo, en este mundo, se aprende con la práctica. Y mis abrazos van mejorando cada vez que abrazo y me entrego a lo que doy y recibo. Porque el intercambio es una de las cosas más chulas del abrazo. Intercambio de emociones, sentimientos, sensaciones…es como si el espacio en el que ocurre el abrazo unificara, primero, a los abrazados y después, a los abrazados con todo lo demás.
Dicen que alguien en un momento de su vida en que estaba perdido y desorientado se preguntaba insistentemente qué haría ,dónde iría y cómo sabría cuál sería su sitio. Entonces un alma sabia le dijo:
— Donde te abracen y quieras que dure cinco minutos más, ahí es.
Del mar de escritos anónimos que va y viene en internet me ha llamado la atención uno que dice:
«Me gusta lo simple
un abrazo, un cuídate, un te quiero, un avísame cuando llegues, un buenas noches…
Detalles bonitos que te llenan el alma»
¿Nos abrazamos ♥♥? Es el título de un pequeño ebook en el que hace un tiempo recopilé la «poesía» que me sugieren los abrazos. Ésta es su portada:
«¿Nos abrazamos ♥♥?» recoge inspiración para que nos sepan cada vez mejor los abrazos que damos y que recibimos. Es un ebook muy hermoso y te lo regalo. Para leerlo y descargártelo solo tienes que suscribirte a Palabras a la Vida haciendo clic AQUÍ y dejando tu nombre y tu mail. Es el mismo enlace que para descargarte unos ejercicios de escritura personal. Junto a ellos, cuando te apuntas, tienes opción al ebook.
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Como te decía hace un momento, el regalo por suscribirte en este blog es doble: por un lado, el ebook ¿Nos abrazamos ♥♥?, que lo he recuperado como regalo, y por otro lado, los ejercicios para experimentar el poder de la escritura personal. Cada persona alberga un secreto que ella misma ignora. La escritura personal te permite aproximarte a ese maravilloso secreto. ¿A qué esperas para probarla?
También te invito a que visites nuestra Escuela de escritura personal, puedes acceder desde la página principal de Palabras a la Vida y también haciendo CLIC AQUÍ. Por darte una vuelta por la Escuela, te llevarás otro regalo y ¡ya van tres!
La Escuela de escritura personal te permite recordar que en la vida ni se gana ni se pierde, ni se fracasa ni se triunfa. En la vida se aprende, se crece, se descubre, se escribe, borra y reescribe. En esta Escuela encuentras propuestas creativas para practicarlo.
Como me ha gustado la historia tan bonita de Hortensia y los abrazos cálidos y acogedores que te dió y te enseñó a dar. Debe de estar muy contenta porque ha tenido una buena alumna, lo reflejas en el ebook de los abrazos. Yo soy una persona afortunada porque doy muchos abrazos… y me los dan. Pero el que más me ha gustado de todos es el que me dió mi madre unos dias antes de fallecer…no podía con su bracito hinchado… pero el abrazo todavía lo siento… y me acompañará siempre. Gracias Garbi por traer estos sentimientos tan bonitos a mi vida. Recibe el más grande de los abrazos. Isabel.
¡¡ Hola, Isabel !! En cada palabra regalas un abrazo 🙂 Me parece muy hermoso que hables de tu madre y del abrazo entre las dos que siempre te acompaña y mantienes vivo cada vez que lo vuelves a pasar por tu corazón.Eso es lo que significa en su origen la palabra «re-cordar», re-cordis, volver a pasar por el corazón. ¡¡ Un cálido abrazo !!