Una vez me contaron que el Universo es como una tienda de comida rápida, de esas en las que haces tu pedido sin bajarte del coche. Cuando está listo te lo lanzan por la ventanilla. ¡Y ya está!
No quiere decir esta comparación que el Universo actúe con esos tiempos, tan apresuradamente.
En lo que sí quiere incidir es en que:
1.- Cuando queremos algo, hemos de pedirlo. Si tú, por ejemplo, quieres un trabajo que permita desarrollar tu creatividad, te dirás a ti misma: «Sí, quiero un trabajo creativo».
2.- Cuando pides algo que quieres, has de sentirlo profundamente. Has de verte en tu imaginación con ese deseo cumplido. Verte, sentirte con él y vivirlo como si ya estuviera aquí.
3.- Esa vivencia de lo que quieres significa que no caerás en la queja, el victimismo o la apatía. Seguirás viviendo con alegría y con confianza, pase lo que pase. Esto es vivir creyendo en ti y en el Universo.
4.- Eduardo Galeano dijo una vez que somos «un mar de fueguitos. Cada uno tiene su color; no hay dos iguales». Me encanta esta idea de que somos un fuego, una luz o un foco emisor. Emitimos lo que creemos, lo que sentimos, lo que estamos viviendo. Es como si fueras un faro en medio del mar y estuvieras emitiendo tu luz al Universo.
5.- Si crees firmemente que tu deseo se cumplirá, estarás vibrando en positivo, con las vibraciones propias de la alegría, la confianza, la ilusión. Y esas «frecuencias» son las que compondrán esa luz, ese fueguito que estás enviando al Universo.
6.- ¿Sabes cómo son las conversaciones con el Universo? Se basan en una clave que no has de olvidar. Cada vez que tú emites tu mensaje, cada vez que tú mandas tu luz, el Universo entiende que le estás diciendo: «Esto es lo que quiero, dame más de esto que emito, de esta luz que es la mía». ¿Te das cuenta de la equivocación que muchas veces cometemos? Cuando nos instalamos en la duda, la queja, el victimismo, la desconfianza….y vibramos en todo momento con esas frecuencias, el Universo entiende que le estamos diciendo que «esa es nuestra luz», y ¡claro!, eso es lo que nos manda, más de lo mismo.
¿No has experimentado que cuando te levantas pesimista y lo ves todo negro, todo negativo, efectivamente tu día acabará siendo un desastre si no cambias de energía? Atraemos lo que estamos emitiendo.
7.- Cuando pides confiada y luego te olvidas y sigues tu vida, el Universo acaba enviándote tu pedido. Y si no, a mí me gusta pensar que es porque me tiene reservado algo mejor que lo que le he pedido.
8.- Lo importante es que de esta manera no te frustras, no te desmoralizas, no pierdes tu maravillosa energía, que la necesitas para crear y disfrutar en tu vida. Sigues con el depósito lleno para centrarte en lo que te interesa y desechar lo que no. Y antes o después la vida siempre nos trae algún maravilloso regalo. A veces te «lanzará por la ventanilla» tu pedido y otras, te sorprenderá con otro que a la larga te hará decir: ¡si esto es mucho mejor que lo que yo quería!
Si haces memoria, te darás cuenta de que ya te ha pasado en alguna ocasión. ¡Ah! Y cuidado con los pedidos, porque también ocurre, que cuando llegan, a veces ha pasado el tiempo y ya no es lo que queremos. ¿Te ha ocurrido esto también?
Muchas gracias a todas las mujeres de esta comunidad de Palabras a la Vida que durante este verano habéis accedido a los cursos de la Escuela de Escritura Personal. Algunas estáis aún en ello, sirviéndoos de la escritura para evolucionar y mejorar en vuestro desarrollo como personas.
Hoy me hace mucha ilusión poneros el enlace a la Escuela de Escritura Personal para que echéis un vistazo a los cursos, curioseéis en su contenido y en los beneficios que aportan y os animéis a apuntaros. Es una Escuela on line y está abierta siempre para vosotras. No hay fechas de inicio, podéis empezar en cualquier momento.
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