FELIZ NAVIDAD, TEJEDORA DEL ALMA
Me gusta la luz de los días de Navidad, tan tenue, tan íntima. Parece como que el menor soplo pudiera apagarla. Son los días más cortos del año y se palpa en la discreta intensidad de su luz.
Es la atmósfera preferida de la tejedora que habita en el alma de cada mujer, también en tu interior, y que sabe todo lo que hay que saber para reparar los hilos rotos del alma. Hoy he charlado con ella, sin que cesara, de fondo, el tintineo de sus agujas, chocando la una contra la otra, mientras confeccionaba una hermosa mantita de palabras balsámicas.
Me ha contado lo importante que es dedicar algo de tiempo a los demás. No solemos hacerlo porque nos ensimismamos, nos arrastran las obligaciones, la locura del día a día….todo lo que menos importa. No podemos ser perfectos, pero, a veces, un pequeño gesto empieza a cambiar las cosas.
Mientras tejía y tejía, la tejedora del alma me ha pedido que por un momento seamos mejor hija, mejor hermana, mejor amiga, mejor pareja, mejor madre…Que prestemos atención de calidad, aunque solo sea un instante, y todo empezará a ser distinto.
También me ha hablado de nuestro valor. Casi siempre lo ponemos fuera de nosotros, en cosas exteriores. Pero tu valor — me ha dicho– no depende de si cumples con los que «»ellos» mandan, ni de si haces lo que a otros les gusta, ni de si consigues esto o aquello. Tu valor es independiente de todo eso — me ha recalcado– .
Me ha explicado que nuestro valor está dentro de nosotros y que siempre está ahí, acompañándonos, hagamos lo que hagamos. No nos abandona porque es permanente. Y tiene que ver con cosas profundas. Es lo que nos hace especiales. Y me ha dicho: «No olvides que tú eres especialmente especial», y me ha pedido que también te lo transmita: «Tú, apreciada lectora, eres especialmente especial». No lo olvides nunca.
La tejedora del alma confecciona mantas balsámicas, chales de sabiduría, calcetines de ternura y guantes de caricias. Y ya sabes que es experta en la reparación de los hilos rotos del alma. Me ha aclarado que en esta vida el dolor es inevitable pero el sufrimiento es una opción. No puedes evitar que las cosas te duelan — me ha dicho– pero sí es evitable aferrarte al sufrimiento.
Te enganchas al sufrimiento –me ha explicado– cuando no sabes convivir con el dolor.
Y convivir con el dolor — ha continuado– supone decir: «esto duele, pero ahora es lo que hay, sigo adelante y voy a ser feliz».
Esta conversación con la tejedora que habita en el alma de cada mujer quiere ser mi felicitación de Navidad para ti.
Que puedas convivir con tu dolor y tirar para adelante y ser feliz
Que puedas dedicar momentos de calidad a las personas que quieres
Que no olvides que todo lo que vales está dentro de ti y que eres especialmente especial
Feliz Navidad, tejedora del alma.
Nota: La tejedora del alma es un personaje de la autora Elena García Quevedo y pertenece a su libro «La tejedora de vidas. Cuentos para sanar el alma femenina».
Bonito cuento. Lo reenviaré a alguna amiga, con las también preciosas fotos que lo acompañan.
Frases delicadas, íntimas, que llaman un poco a la melancolía, pero apelan también a sentir un poco más verdad, en estos días tan dados a la superficialidad. Gracias Garbi.
Muchísimas gracias a ti, Marisa, cariño!!
Me hace mucha ilusión que me leas.
¡Un abrazo grande!
Hermoso!
Gracias mi querida Garbi ! Gracias por este recordatorio!
Somos maravillosamente mujeres especiales!
Que Dios junto con su universo nos siga iluminando y bendiciendo para seguir compartiendo bellas palabras a la vida!
Te mando un gran apapacho lleno de cariño y admiración!
Querida Garbi, permíteme el apelativo aunque no nos conozcamos.
Tus cuentos llegan hasta lo más profundo de mi alma y la reconstruyen, para mi son espirituales, profundos y renovadores. Sin querer ni buscarlo este maravilloso cuento de la Tejedora me ha inspirado un poema para ti. Con el te deseo un feliz 2021 lleno de mantitas de alegría, amor, caricias y ternura.
TEJEDORA
Tejedora de sueños sin fronteras,
De hojas de otoño volando al viento llenas de poemas,
Tejedora de hermosas palabras que salvan corazones rotos que habitan en la Madre Tierra,
Tejedora de cálidos cuentos que sanan el dolor tatuado en el alma y en el cuerpo,
Tejedora de ilusiones, alegrías, esperanzas…
Tejedora de la mágica y ancestral Luz que nos devuelve a la verdadera esencia.
Así eres tú… Tejedora
Tu poesía es preciosa, Marysa. Me ha emocionado.
Un millón de gracias.
Me alegra que encuentres cuidados en las palabras de estos cuentos. Es un honor para mí.
Yo los escribo porque me ayudan a sanarme.
¡Un abrazo grande!
Feliz Navidad! querida Garbi. Nunca es tarde para nada, y la Navidad está en nuestro corazón siempre. El dolor y el sufrimiento hay que equilibrarlos para que sepamos diferenciarlos y elegir cual de los dos nos proporciona un poco de felicidad para seguir caminando. He seguido tu consejo y he dedicado momentos muy intensos a las personas queridas que me rodean, además ahora que la pandemia nos controla los minutos y segundos, veo que todos estamos necesitados de esos abrazos tan reconfortantes como lejanos.
Nuestro valor es nuestra arma secreta, y hace que realmente seamos personas especiales. No hay que buscar afuera algo tan bonito que tenemos dentro.
Gracias por todos tus post, es una alegria recibirlos.
Con cariño.
Isabel.
Muchas gracias, querida Isabel, por la hermosura que siempre acompaña a tus palabras.
Es cierto: lo más bonito y valioso, lo llevamos dentro. Gracias por compartirlo.
¡Un abrazo enorme!