Las palabras transforman. En su alma está el poder de transmutar tu estado de ánimo, permitiéndote deshacerte de lo que no te corresponde y quedarte con lo que tiene que ver con tu esencia y te impulsa.
Creo firmemente en su poder y, si me sigues, sabes que Palabras a la Vida nació para honrar y divulgar este poder porque lo experimento a cada instante.
Déjame que te cuente.
A veces, secuestradas por las prisas y las obligaciones, empezamos el día en piloto automático, sin ser conscientes del regalo de la vida. Y, a veces también, la propia vida quiere que despertemos a ese milagro y para lograrlo se sirve de distintas artimañas.
Hace unas semanas salía yo de casa de esta manera que te cuento, poco consciente, poco despierta a la vida. Y, cuando estaba cerrando la puerta de casa leí: «Lo único imposible es aquello que no intentas».
¡Zas! Fue como un sopapo en la mejilla, como esas tortitas que dan en la cara a las personas para que vuelvan en sí cuando se desmayan. ¡Y vaya que sí volví en mí!
Me quedé unos instantes paralizada delante de esa frase que me pareció absolutamente maravillosa. El mensaje estaba escrito en el felpudo de unos nuevos vecinos que han venido a vivir enfrente de nosotros. Esa mañana era la primera vez que reparaba en el felpudo y su mágico mensaje.
Al instante experimenté el poder de las palabras.
En primer lugar, esa frase me llenó de energía. Fue como si hubiera pasado por una estación de servicio para repostar con la mejor gasolina. Me sentí capaz de intentarlo todo. Conecté con mi capacidad de ilusionarme y sentí que esa es una capacidad sin límite que nos permite desplegar las alas y, lo más importante, estar dispuestas ¡a volar!
Al mismo tiempo, esas palabras me despertaron al aquí y al ahora; me regalaron la oportunidad de ser consciente de que estaba viva y de que, por ello, tengo el poder de crear mi vida y de decidir a cada momento desde dónde quiero vivirla, desde qué estado de consciencia, con qué ánimo y actitud.
No sé si te estás dando cuenta del revulsivo que supuso para mí el encontrarme con esas palabras: «lo único imposible es aquello que no intentas».
A esto me refiero cuando en los distintos post te hablo del poder de las palabras. El encontrarme con esa frase me cambió la disposición, el ánimo y la actitud, de arriba abajo. En mi cara se dibujó una sonrisa que me duró todo el día porque fui consciente de ello.
Me tomé la jornada como un reto y fue muy divertido.
Salí de casa re-energizada. Eran poco más de las siete de la mañana. Se me quitó el sueño y me di cuenta de que empezaba a fijarme en el paisaje. Era consciente de su belleza.
Levanté los ojos y en el último piso de un bloque de varias viviendas capté una imagen preciosa. En el alero del tejado había numerosos nidos de aviones. Los pajarillos habían salido de esos nidos y se habían posado en las cuerdas de un tendedero. Habían llenado todas las cuerdas.
Saqué el móvil, paré un momento e hice una foto. Me sentí dueña de mi tiempo, de mis momentos; era una forma de empezar la jornada alineada con mi ser, con lo que me importa y con el tipo de vida que quiero.
¿Recuerdas cómo empezó todo? Con una frase que me encontré de pronto en el felpudo de mis nuevos vecinos.
Las palabras son capaces de cambiar nuestro estado de ánimo, de abrirnos la mente y el corazón, de atraer a nuestra vida lo que nos importa. Nos permiten conectar con nuestra autenticidad y sentirnos más poderosas y libres.
No menosprecies jamás el poder de las palabras.
Un profesor de Stanford que se llama Bernard Roth asegura que eliminando dos frases de nuestro vocabulario es mucho más fácil ser exitosos.
Bernard Roth es profesor de ingeniería en la Universidad de Stanford y director académico del Instituto de Diseño Hasso Plattner de Stanford.
Asegura que algunos cambios lingüísticos pueden ayudar a tener más éxito a una persona. En concreto menciona dos:
1.- Cambia «pero» por «y»:
En lugar de decir, por ejemplo, «quiero ir al cine pero tengo bastante trabajo», cámbialo por «quiero ir al cine y tengo bastante trabajo». Dice el estudioso que cuando usamos «pero» estamos creando un conflicto que muchas veces no existe. Si en su lugar decimos «y» le estamos transmitiendo a nuestra mente que es posible procesar las dos partes de la frase, que no son excluyentes, y la mente se pondrá a trabajar en esa dirección para lograrlo.
2.- Cambia «tengo que hacer» por «quiero hacer»:
El profesor Roth recomienda que la próxima vez que pienses ‘tengo que’, hagas un cambio y pienses ‘quiero’. Dice el profesor que este ejercicio es muy efectivo para que tomemos consciencia de que lo que hacemos en nuestra vida, incluso las cosas que no nos apetecen, es porque las hemos elegido. Refuerza nuestra responsabilidad y poder como personas.
Ya ves que la ciencia también está convencida del poder de las palabras y de su incidencia en el éxito y bienestar de nuestra vida.
En Palabras a la Vida no nos cansamos de divulgarlo porque es algo muy, muy efectivo y está al alcance de tu mano. En este lugar, como sabes, creamos propuestas para que empieces a experimentar el poder de las palabras y te beneficies cada vez más de él en tu vida.
¿Conoces nuestras Barajas de la Felicidad? Están repletas de mensajes que te llevarán como un cañón hacia tu felicidad.
Otra de nuestras propuestas potentes es la escritura personal. Tenemos una Escuela on line de escritura personal con distintos cursos en los que aprenderás a usar el poder de las palabras para crear la vida que quieres para ti. Si visitas la Escuela, sólo por hacerlo, podrás acceder, como regalo, a la práctica del Mantramail.
Si tienes el pálpito de que en el alma de las palabras está lo que necesitas en este momento, no lo vuelvas a dejar para más tarde. Yo te puedo contar multitud de cosas sobre su poder, y me encanta, pero sólo tú puedes probarlo. Cuando lo pruebas, te lo aseguro, sólo lamentas no haberlo hecho antes.
Cecilia dice
Mi querida Garbi ..como siempre me sacuden tus letras!
Hace poco una frase que me movió fue la que me dijo un compañero de la adolescencia.
Ahora es común encontrarte con personas que ni sabias de ellas y ni te imaginabas que regresarían a tu vida .
Pues bien es una frase que me mueve a hacer todo !!!
«Imaginar es la magía del ser humano. Donde todo es posible.»
Cuando me la envió Por un mensaje ….sentí como bien describes …un sentimiento de poder hacer …de creer y sobre todo de reafirmar que creer es crear … porque si lo puedo imaginar entonces lo puedo crear !
Tanto me ha llegado que hice un tapete … pinté un ave y puse esa frase.
Gracias de nuevo !!!
Mi cariño para ti en un gran apapacho!
Palabras a la Vida dice
¡¡ Es precioso lo que cuentas, Cecilia !! Muchas gracias por compartirlo. Tienes el don de añadir belleza a la belleza, como en este caso. La frase de esa persona es muy potente y, como bien dices, creamos dos veces, la primera, siempre en la imaginación. Tu idea de hacer un tapete con un ave y esa frase es ¡¡ tan hermosa !!, que, por eso digo que añades belleza a la belleza, la amplificas, la intensificas y la compartes con todas nosotras.
Muchas gracias por ese don 🙂
¡¡ Mi cariño también para ti y otro gran apapacho !!
Cecilia dice
Gracias mi querida Garbi porque siempre me sacas las sonrisas con tus mensajes !!
Besos y gran apapacho !
Palabras a la Vida dice
Y tú a mí con tus respuestas — ja, ja —
¡¡ Un abrazo enorme, Cecilia !!
Isabel Garcia Garcia dice
Querida Garbi, Me encantan tus palabras, se nota que salen de tu corazón… de tu alma… nos invitan a vivir intensamente lo que cada dia nos ofrece la vida, ya sea a través del olor de la lluvia, del vuelo de un avión que recorre los cielos sin descanso, o de la flor de un jardín, que llama nuestra atención con su aroma, Tomo nota de las dos frases que hay que eliminar… porque el éxito se consigue practicando cada dia. Mil gracias por la magia sanadora de tus palabras.
Un abrazo gigante.
Palabras a la Vida dice
¡¡ Oh, Isabel !! Siempre es enormemente poético lo que dices. Muchas gracias por tu gran sensibilidad que es un don 🙂
Mis palabras, como seguro que te he dicho otras veces, lo único que hacen es despertar lo que ya hay en ti. Ya está en ti y cuando lo lees simplemente lo avivas o lo recuerdas.
Muchísimas gracias por tu pasión por aprender y evolucionar. Contagias 🙂 y, en mi caso además, me surtes de razones para seguir. Te agradezco de corazón lo que me transmites. ¡¡ Otro abrazo gigante, hasta el cielo ida y vuelta !!