Éste es el extracto de una carta que una mujer me encargó para su sobrinito. Por su primer cumpleaños.El bebé empieza a dar sus primeros pasos y la tía desea que un día el niño sepa la emoción que él le regaló a ella.
Hay pocas cosas más conmovedoras que los primeros pasos de un bebé. Entre tambaleos y puntos de apoyo, vas abriéndote a la fascinante experiencia de avanzar en la vida. ¡Ya veo que sonríes de oreja a oreja!
Si tuviera que dibujarte haría una gran sonrisa. Venimos al mundo llenos de alegría y tú, (..), me lo recuerdas al mirarte. Por eso te quiero dar las gracias, porque la felicidad de los peques despierta la de los mayores. (…) La mirada con la que los niños descubrís el mundo es también un regalo para los mayores. A mí me ayuda a limpiar la mía, para que todo vuelva a ser nuevo, para que las cosas no dejen de sorprenderme.
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