Cuando te pierdas, pídele siempre a tu corazón una respuesta. Él la bombeará hasta el último rincón de tu ser y movilizará lo que corresponda. Sin errores.
¡Hola, caminante!
Hay un lugar donde siempre estás a salvo, completa o completo, donde nada de lo que no deseas puede ocurrir. Es un lugar para ser: ¿te imaginas que te dijeran que te pares, que no hace falta que hagas nada, que no se espera absolutamente nada de ti porque ya eres? ¡Uuufff! ¡Qué descanso, ¿verdad?, qué paz y qué libertad!
Es un lugar «calentito», dulce, tierno; siempre acoge. Está ahí sólo para eso: para abrazarte mullidamente. Sí, EXISTE; no pongas esa cara.
ES EL LUGAR DEL CORAZÓN.
Yo llegué después de haberme perdido y te lo he querido contar. El primer paso es el más importante; no es que te lleve adonde quieres ir, pero te saca de donde estás.
¿Tienes curiosidad sobre cuáles fueron mis pasos? Te lo cuento, a través de breves relatos, en «Por si te pierdes: palabras-brújula para reencontrarte»
Lo puedes encontrar en la tienda de AMAZON, por cerca de 2 euros.
En este otro cuento, que ahora te entrego, la Abuela Margarita desvela por qué el poder del corazón es infalible.
Los niños de la aldea no se habían acostado. En sus casas les permitían trasnochar una vez cada mes para asistir al Círculo de Escucha de la Abuela Margarita. Para ellos era su noche mágica.
Junto al viejo roble, había un cesto de madera de castaño. Estaba repleto de piedras y piñas que la anciana coloreaba. Era su regalo para las niños que acudían. Muchos dormirían ,aquella noche, con ese presente bajo la almohada. Era su manera de soñarse en tanta magia.
— No se os ocurra crecer —
La frase de la Abuela Margarita no gustó nada a la chiquillería que expresó su decepción sin miramientos. La anciana sonrió:
— Creceréis en altura y fortaleza. Seréis grandes hombres y grandes mujeres, pero no abandonéis la mirada que ahora tenéis del mundo. Vuestro tesoro — siguió la Abuela — es que vivís desde el corazón. No crecer significa no abandonar esa mirada limpia, dispuesta a entusiasmarse con cada instante de vida. Vivir desde el corazón es como subiros al columpio que hemos colgado en el manzano del prado y soltar las manos en plena marcha sabiendo que no os caeréis.
— Vivir desde el corazón es tener alas — dijo con una media sonrisa un niño pelirrojo con los ojos más rasgados del mundo.
— ¿Sabéis un secreto? — preguntó con complicidad la Abuela Margarita mientras se hizo el silencio más absoluto — : Vuestros corazones, mi corazón, el tuyo…están conectados al corazón del Universo.
— ¡Guau! — exclamó una pequeña con un par de trenzas negras recogidas en la cabeza —
— Si vivís desde el corazón, siempre acertaréis. Cuando crezcáis, tendréis que tomar decisiones, a veces, no demasiado fáciles. Cuando dudéis, preguntadle siempre a vuestro corazón. Está conectado con el corazón del Universo, como os digo, y ese corazón tiene toda, toda la información que existe. Si le preguntas, le enviará a tu corazón la respuesta perfecta, la que a ti te corresponde y al seguirla, nunca te equivocarás.
La niña con las trenzas recogidas en la cabeza se puso a aplaudir intensamente.
— La mente — explicó la Abuela Margarita — os vendrá a decir sandeces: «te vas a equivocar»; «no lo vas a conseguir»; «las cosas no se hacen así». Sed educados con ella. Decidle: mente poderosa, agradezco tu información, pero yo ya he elegido el poder del corazón. La mente –continuó la anciana– se enfadará al principio ligeramente, pero luego os dejará en paz porque le habéis llamado «poderosa» y a ella le encanta engañarse con cumplidos. El corazón no es así; Él lo da todo, libera y espera.
Este cuento se lo dedico a Alicia Castell, la artesana con el corazón más grande y la sonrisa más entusiasta;
a Ernest, porque cuando Ernest dice que me lee siempre, es siempre. Su fidelidad y lucidez son para mi un gran regalo;
a mi hermano Axier, ¡qué voy a decir de un corazón maratoniano que sube montañas por puro placer!. Es un espejo tremendamente hermoso; a él le he robado la frase: «no se os ocurra crecer».
Un millón de gracias por hacerme sentir, junto a otras personas, que en mi vida reina el poder del corazón ♥♥♥