Un blog es como un armario donde pueden crecer cajones y eso nos encanta a los buscadores de cobijos para tesoros.
Éste que abro hoy es para mostrar y para agradecer. Se llama «Palabras que ya tienen nombre» y nace para acoger entre papeles de seda multicolores porciones de los escritos que me váis encargando. Por eso digo que es un cajón que muestra. Y lo hace desde el más absoluto respeto a la privacidad de la persona. Jamás incluiré sus nombres a no ser que me lo permitan expresamente. En «Palabras a la vida» la intimidad es un templo y como todo lo sagrado será tratado con todo el respeto y el mayor de los cuidados.
En los cajones iré metiendo pequeñas porciones de los escritos. Basta con las frases donde más ha estado el alma de las palabras. Es su manera de comportarse. Anida entre los pliegues de ciertos verbos, adjetivos y sustantivos y desde ahí irradia al resto. Esos pedacitos son los que guardaré en estos cajones para que los toquéis, los oláis y los sintáis….Y así os den ganas de encargar vuestro particular «Palabras a la vida» .
Este cajón, así pues, es para mostrar y también , muy importante, para agradecer. Dar las gracias, profundas, a las personas que confían en mí para poner palabras a su vida.
El primer trocito que he metido a este cajón lo he envuelto en papel de seda azul turquesa y me lo ha encargado una artesana. Os lo cuento en la próxima entrega.