Sobre unas esterillas de fibras vegetales trenzadas cada mercader ponía su mercancía. Había multitud de calabazas de diversos tamaños, formas y colores. Aquella hortaliza le volvió a sugerir esa dimensión onírica que siempre le despertaba allí donde la contemplara. Quizá nunca pudo separarla de la magia de los cuentos.
Al final de la calle, delante del tremendo tronco de una secuoya, le llamó la atención una destartalada mesa. También de madera. Sobre un tapete elegantemente bordado había un cuenco con tapa. Al lado, un cartel en pie al que sujetaba por detrás una montaña de libros:
«Se venden cápsulas de cordura. Composición: querer ser menos, pasar de la comodidad y buscar el goce en las cosas pequeñas».
Es lo que ponía en el cartel. A unos pasos un hombre enérgico, lleno de fortaleza, no paraba de repetir, a veces al viento y otras a quien le escuchara:
«¡Es asombroso¡ Las personas ya no tienen PASIÓN. Falta ENTUSIASMO».
Entonces al primero que pasara le espetaba:
«¿Cuál es tu razón para levantarte cada mañana apasionado, entusiasmado, ilusionado con la vida? Razones de las de verdad, de las esenciales, de las que están en el centro de tu ser y te empujan….Si no las tienes -advertía- ¡ya es hora de que empieces a APASIONARTE¡ Si no, seguirás estando muerto en vida.»
Aquel hombre se desgañitaba para que al menos alguien aquella mañana se abriera a la pasión de que ¡¡¡LA VIDA ES GENIAL¡¡¡
Ella se sentó delante del estanque y se perdió en el cromatismo del ánade azulón y el pato pekinés. Con esos colores en la retina y el murmullo del agua, de fondo, cerró los ojos. Quiso sentir al tacto las últimas palabras que le había regalado la mujer chamán y había anotado en su libreta. Acarició el leve relieve que habían dejado sobre el papel:
«El gran éxito es vivir la vida que tú quieres, ser libre de gestionar tu tiempo y disfrutar de cada segundo».
«El éxito verdadero -había insistido- no tiene nada que ver con el reconocimiento, el dinero o el prestigio»
(La mujer chamán está inspirada en las enseñanzas de la coach Mònica Fusté http://www.monicafuste.com)
(Este escrito se lo dedico a mi amigo Justo en el día de su cumpleaños: Muchas gracias Jus por tu CORDURA.)