¡Feliz comienzo de semana¡ Quiero daros las gracias por vuestras visitas. A los que llegasteis por casualidad, a los que volvéis cuando podéis, a los que me visitáis siempre, a los que me hacéis el gran honor de suscribiros a este blog. Sois el brillo de Palabras a la vida y el alimento de mi entusiasmo. Hoy os cuento lo que me ha ido sucediendo para que me decidiera a montar este blog, que es el tuyo.
Montar un blog o cualquier cosa en la vida, por pequeña que sea, puede ser una ventana hacia las luces y las sombras personales y una oportunidad para integrarlas
De siempre, camino por la vida con los pies algo cavos y el corazón desnudo. La manera de andar no se elige; es la que se me acomodó cuando tuve que buscar el equilibrio.
Andar con el corazón en la mano, sin máscara ni protección, me ha hecho, a menudo, sentirme vulnerable. Me engañó la mente y me hizo creer que debía ser fuerte. Lo he intentado millones de veces, pero entonces dejaba de ser quien realmente era. Dejaba sin aire a mi ser. El descubrimiento parece sencillo, hasta evidente, pero me ha costado.
Ahora amo quien de verdad soy. Amo mi fragilidad. Frágil como una rosa. Las raíces son fuertes, pero la flor no puede serlo. Su belleza reside en no ser fuerte.
A mirar para adentro y redescubrir quien de verdad soy me ha ayudado el coaching. Me trajo una hada madrina extraordinaria: la coach Mònica Fusté. Ella me animó a publicar cuentos de coaching, como los que hay en mi blog.
He aprendido que en la vida nada es lineal. Cuando empieza a moverse una cosa , lo hace también lo demás, en todas las direcciones. ¿Y sabéis qué? Si el movimiento se impulsa desde el corazón, desnudo, todo acaba encajando. Sí, ya sé que es un milagro.
Cuando acepté e hice mía la fragilidad, se abrió de par en par la puerta de la creatividad. Una cosa llevó a la otra. Siempre he escrito. Pero lo hacía desde un cuarto trasero. La experiencia de la debilidad le abrió la puerta a la creatividad y le dio un lugar principal.
Todo ocurre como ha de suceder. Entonces empezaron a tener sentido mis diarios de la infancia bajo llave, mis escritos adolescentes escondidos, mi blog de la madurez clandestino, el vacío de mi profesión de periodista, un oficio, que puede ser hermoso, pero que casi siempre resulta desalmado. Dieron todos un paso adelante y empujaron hacia la luz resplandeciente a Palabras a la vida.
Todo nace de mirarme para dentro y de la ilusión de que pueda ayudarte si sientes algo parecido. Como los sherpas, que ya se saben algunos caminos.
Las palabras me vienen, como me dijo un día mi sobrina. Ellas vienen desde su orilla y yo hago de pasarela para que lleguen a ésta. Y en ese cruzar el puente sólo deseo que se vayan llenando de amor, como los vagones vacíos de un tren. Cuando se deja conducir al amor, siempre se llega. Ya sé que cuesta entregar el control, pero no tengáis ninguna duda de que él lo hace mucho mejor que nosotros.
Si queréis sentiros escuchados, comprendidos y abrazados por las palabras, éste es vuestro sitio.
«Es difícil enterarse de las noticias por la poesía; sin embargo, los hombres mueren desdichadamente por falta de lo que allí se encuentra» Williams Carlos Williams.