Te agradezco que me estés leyendo. La gratitud es un camino directo a la felicidad. Y es cierto, darte las gracias me hace sentirme feliz (◡‿◡✿)
Hay una emisora, de la radio pública en España, que para anunciarse dice : «eres lo que escuchas». Tienen razón: somos lo que escuchamos, lo que hacemos, lo que vemos, lo que leemos… y lo somos, en tanto en cuanto esas cosas, estén alineadas, en verdad , con nuestro yo más hondo y sincero.
Por eso, creo que si estás leyendo Palabras a la Vida, compartes, en cierto modo, nuestra manera de estar en el mundo. Atenta lectora, atento lector, a este manifiesto que seguro te retrata:
- Buscas ser mejor, no mejor que los demás, no; lo tuyo es ser mejor que tú misma, o tú mismo, porque sabes que esto te hará crecer en un mundo lleno de posibilidades.
- Entregas lo mejor de ti y sientes que atraes lo bueno a tu vida.
- Sabes que despertar cada mañana es un privilegio y te has propuesto vivir con pasión cada nueva cita con la vida.
- Tienes claro que la única forma de tener confianza es confiando.
- Te has dado cuenta de que tus miedos te indican el camino, pues cada uno de ellos, es un deseo que se camufla.
- Cuando dudas entre hacer y no hacer, te arriesgas y haces.
¿Te identificas con alguno de estos puntos ? Son varios de los que mueven a Palabras a la Vida. Y hay uno preponderante, que dejo para el final, como la guinda del pastel:
- Crees firmemente en la magia de las palabras y esto es así porque has comprobado que lo que te transforma no es lo que te ocurre en la vida sino las palabras que tú le pones, la interpretación o el enfoque que decides darle, la historia que te cuentas.
Con las palabras das un sentido a cada cosa; el sentido de que ese acontecer, sea el que sea, será una oportunidad de progreso y evolución. Porque de eso trata el maravilloso regalo de vivir.
Las Barajas de la Felicidad, lo último de Palabras a la Vida para regalar la magia de las palabras.
Hoy es un día muy especial porque quiero presentarte la última novedad de Palabras a la Vida, muy en conexión con esto que te cuento. Acaban de salir de la imprenta Las Barajas de la Felicidad.
Las cartas o postales de estas barajas tienen frases, ilustraciones y colores que están pensados para ayudarte a sentirte mejor. Será como ponerte unas gafas que te harán tener otra visión y captar con mayor nitidez el brillo genuino de la vida. ¿Quieres ojear las Barajas de la Felicidad?
Puedes elegir entre tres:
- ZEN, para ser feliz aquí, ahora y como eres. Si estás buscando paz interior, serenidad, belleza, conectar con tu autenticidad.., está claro que ésta es tu baraja.
- Pensamientos IMPULSO, para llegar a donde ni imaginas. Esta baraja te cargará las pilas, te llenará de entusiasmo, energía y confianza. Puro impulso para convertirte en quien quieres llegar a ser.
- Peque-EMOCIONES, para que los peques pongan nombre a lo que sienten. Esta baraja es un regalo perfecto para niños de hasta cinco o seis años. Aprenderán a nombrar lo que sienten, que es lo primero para luego saber qué hacer con las emociones. Están diseñadas en un papel difícil de romper y de manchar.
Con las Barajas de la Felicidad te diviertes y, a la vez, te inspiras, puedes jugar con ellas individualmente o en grupo, a cada juego le acompañan sus instrucciones. Te animo a navegar por las nuevas páginas donde cuento los detalles sobre cada baraja:
Barajas de la Felicidad ZEN Pensamientos IMPULSO Peque-EMOCIONES
Si te resulta más cómodo, también puedes entrar desde el menú, debajo de la cabecera. Encontrarás la información bajo la pestaña OTROS REGALOS.
¿QUIERES UNA OPINIÓN DE ALGUIEN QUE YA TIENE UNA DE ESTAS BARAJAS?
Me lo ha contado Matilde, por si os sirve. Ella tiene unos amigos en Suecia. Hace unos días les salió una oferta de trabajo para volver a España. Le llamaron con dudas, para compartir su incertidumbre.
Tras la conversación, Matilde y una amiga, decidieron recurrir a su baraja ZEN. Sacaron al azar — nada es azaroso — una carta para su amigo de Suecia. La carta hablaba de la necesidad de no acelerar las cosas, de aceptar, respetar y entregarse al rítmo natural con el que late cada situación. Ellas lo interpretaron como que sus amigos debían quedarse en Suecia.
Al día siguiente volvieron a llamarlas y ésa era la decisión que habían tomado. Para unos, pura casualidad; para otros, la magia de las palabras.