– «A las palabras les atrae la pureza»
Me lo dijo un día un maestro. En aquel entonces estaba hechizada por la magia negra de quienes usan las palabras para herir. Pero otra palabra me liberó y estoy sanada.
Ahora sé que a ellas, de por sí, les atrae la pureza y que lo puro también las busca, como «Alamares». Es la marca de una artesana. Tuve que buscar en el diccionario para saber que un «alamar» es una presilla con botón que sirve como broche de cierre y también como adorno.
A Alicia, que así se llama la artesana de «Alamares», le encanta la grandeza desnuda de lo pequeño. Lo saca de dentro, de esos rincones interiores que sólo una conoce, y lo va conformando con sus manos en el cuero, en el fieltro, en todos los materiales con los que trabaja.
Un día llamó a esta puerta porque quería palabras para su vida artesana. Algo muy chiquito que entregar con cada pieza. Un texto pequeño en una tarjeta que presentara su esencia.
Entonces supe que a Alicia y sus hermosos «Alamares» les encanta dar y recibir abrazos, dar y recibir las gracias -mil gracias como dice ella-, dar y recibir besos -mil besos, como vuelve a decir- y poner «risa de contentos» -como esta vez dice su hijo-…
A su pureza le atrajeron las palabras. Por eso hoy sé que es cierto lo que me dijo el maestro.
Cuando Alicia renueve su web aparecerá el escrito de Palabras a la vida. Esperaré a que ella lo publique para enseñaroslo a vosotros también.
Mientras tanto lo guardo en este cajón que se llama «Palabras con nombre» porque ya tienen dueño. La próxima vez desenvolveré las palabras que hace unos días puse a un cumpleaños.