LA LIBRETA DE LA GRATITUD

Ritual de gratitud

Hoy quiero compartir contigo algunos rituales que he empezado a practicar últimamente. Llamo rituales a esos elementos mágicos que incorporo a mi día a día y que hacen que lo cotidiano se vuelva apasionante y uno de sus efectos más importanes es que te entran unas ganas locas de vivir cada instante porque lo sientes lleno de posibilidades.

Es conectar con el misterio de la vida. Como dice una de las cartas de la baraja ZEN de Palabras a la Vida:

 

 

Los rituales te impregnan de la magia que regala el misterio de la vida y entonces es como si, a cada momento,  estuvieras viendo tu vida con ojos nuevos, como una recién llegada a este planeta, capaz de maravillarte y entusiasmarte con todo, porque realmente nunca sabes qué va a suceder en ese instante, de qué está lleno para ti. Como si fuera una piñata repleta de sorpresas.

Entonces, te llenas de alegría, de ilusión y de amor y ocurre que ¡no hay nada ni nadie que pueda pararte!

El primer elemento mágico que hoy te recomiendo y que a mí me acompaña desde hace unos días es la «Libreta de gratitud». Cógete una libretita que puedas llevarte contigo a todos los sitios y no te separes de ella.

Cada día escribe entre tres o cinco cosas por las que das las gracias al Universo. «Gracias porque un lunes más puedo escribir mi entrada en el blog» — por ejemplo–. «Gracias porque mis padres están vivos y cada día me parecen más encantadores». «Gracias por el aire del ventilador que refresca mi piel»…

Lo que se te ocurra…Detalles pequeños, que en la vorágine del día a día te pueden pasar desapercibidos porque los das por hecho, pero que cuando los agradeces, te vuelves consciente de ellos y de la riqueza que traen a tu vida, de lo a gustito que te hacen sentirte y de lo ¡inmensamente rica! que ya eres gracias a ellos.

La gratitud es el primer elemento mágico para sentir bienestar y felicidad de una manera absolutamente exprés…

Con este ritual te sentirás a gusto y abundante por la vía rápida…Y, ya sabes, cuando vibras en esas frecuencias, es lo que atraes. Así que el resultado es más alegría, más felicidad, más abundancia y plenitud en tu vida.

Hay personas que son agradecidas de manera natural. A otras les cuesta más, porque solo ven lo negativo de las experiencias. Así que hemos de entrenar nuestro músculo del agradecimiento realizando actos cotidianos de gratitud. 

¿Te apuntas a este ritual de la libreta de la gratitud? Yo me he propuesto no parar hasta llenarla. ¿Y tú? Me encanta sentir que lo que tengo es mucho más que suficiente, que soy ¡tremendamente rica!, una auténtica magnate de la vida. ¿Te das cuenta?

Te planteo que además de rellenar cada día tu libreta de la gratitud, te plantees para cada semana varios gestos de amabilidad y que los registres en esa libreta.  Yo también lo he incorporado a mi ritual de gratitud.

Por ejemplo, ceder tu lugar a alguien en la cola del supermercado; sonreír a los demás viajeros del autobús; decir un piropo auténtico a alguien de tu entorno; cuando estés haciendo tus recados, acordarte de alguien y ofrecerte para llevarle algo si lo necesita; dedicar una pequeña cantidad de dinero semanal para ir acumulándola y entregarla a alguna causa que compartas o a músicos y artistas callejeros…

Si queremos recibir abundancia, hemos de entrenarnos a fluir con ella. Algún euro, de vez en cuando,  no es mucho, pero sí lo suficiente para comenzar este entrenamiento.

Cuando damos amabilidad, experimentamos que tenemos, y esa sensación se amplifica cada vez que compartimos, atrayendo con ello más oportunidades y más abundancia a nuestra vida. Nos metemos en un ciclo expansivo imparable que sólo nos puede traer más y más bienestar.

Apúntate a este ritual de la gratitud y de la amabilidad y me cuentas cómo te sientes. Está en nuestra mano expandir esta energía. ¡A ver hasta dónde llegamos!

 

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