Hestia, la diosa del hogar
Esta mañana me he enfadado y justo antes de que ocurriera tenía pensado dedicarme a organizar y ordenar la casa. Así que no he variado los planes, he seguido adelante, y me he puesto a limpiar en compañía de mi frustración.
Enseguida me he dado cuenta de varias cosas 🙂
Primero, que pasaba la aspiradora y quitaba el polvo más rápida, con más energía y ahínco que otras veces, cuando no estoy enfadada. Por eso me he acordado de las diosas de la furia transformadora. Y es que el enfado , lo mismo que la ira, si los canalizamos, si les damos una salida llegan a tener un impulso constructivo.
¡Bien, buena señal!
Luego he seguido muy centrada en cada una de mis tareas…Si ahora me pongo a recordar, tengo muy nítidas las imágenes de los rincones que he ido ordenando y las sensaciones, por ejemplo, del agua en mis manos, del brillo que quedaba en algunos de los enseres después de pasar la bayeta…Estaba a lo que estaba.
Me he dado cuenta de que las tareas cotidianas me han devuelto poco a poco al aquí y al ahora, al instante, al presente… ¿Y qué ha ocurrido? Que he ido olvidando mi enfado, se ha ¡¡ disuelto !!
Segunda lección: en el aquí y el ahora, cuando ponemos todos nuestros sentidos en lo que tenemos entre manos, siempre llega la calma y la paz interior, porque salimos de las redes de la mente, que no para de moverse hacia el pasado y hacia el futuro.
Al centrarme en los detalles de la casa me he ido re-equilibrando…Es algo que nos pasa a muchas mujeres: ordenando un espacio y limpiándolo, ponemos orden y pureza en nosotras mismas. Encontramos la armonía interior a través del orden exterior.
Y todo esto ocurre porque en ti vive Hestia, la diosa del hogar. Ocupaba el espacio central de las casas, donde se hacía el fuego. Las llamas, el crepitar, los rescoldos…todo lo relacionado con el fuego del hogar representaba a Hestia. Y las mujeres éramos las encargadas de preservar y mantener ese fuego. Por eso las tareas hogareñas nos pueden llevar a conectar con algo más profundo.
El fuego lo relacionamos con la protección, con el calor de hogar, con la preparación de los alimentos, con el compartir en torno a la hoguera. Por eso Hestia es calma y paz interior.
El arquetipo de esta diosa del hogar nos lleva a nuestro ser, a nuestro centro, a la necesidad de seguir los valores interiores propios en lugar del impulso de agradar u obtener la aprobación del resto.
Hestia está en ti. En cada una de nosotras vive la diosa del hogar y a mí me ha apaciguado: ése es su poder y el nuestro.
Lo que me encanta de Hestia es que es una diosa completa. No busca nada ni a nadie fuera porque ella ya es completa. Tú ya eres completa tal y como eres, ya eres plena.
Cuando una mujer es completa en sí misma, sus acciones tienen sentido para ella y no le preocupa lo que piensen los demás. De aquí nace el mantra para esta semana:
Digan lo que digan, hagan lo que hagan, me mantengo enfocada con facilidad y sigo siendo yo misma.
Es curioso. ¿Sabes que «focus» es hogar, en latín ? Cuando estás enfocada, estás en tu centro, en tu hogar. No olvides que eres la diosa de tu hogar y vuelves paz y armonía hasta el más gordo de los enfados 🙂
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