Un sueño cumplido con todo lujo de detalles.
Hoy te traigo una historia apasionante. Un claro ejemplo de que, pase lo que pase en tu vida, tú sí puedes.
Puedes forjar tus sueños, perseguirlos y manifestarlos en tu vida. Puedes decidir cómo quieres vivir y hacerlo. Puedes tomar las riendas de tu vida y responsabilizarte de ella. Puedes, en definitiva, elegir ser feliz y hacerlo.
La historia que hoy te traigo tiene nombre, apellidos, piel y alma. Es la historia de una de las seguidoras, como tú, de Palabras a la Vida. Hay muchas mujeres esplendorosas, como tú, leyéndome cada lunes al otro lado de la pantalla.
A algunas ya os he pedido que pongáis voz a vuestra historia. Porque en esta comunidad de Palabras a la Vida hay «mujeres cañón», mujeres llenas de poder personal, magas y alquimistas que están transformando su vida. Un espejo en el que mirarnos y que nos ayude a sacar más y más nuestro brillo natural.
Te animo a que te sumes a esta iniciativa. Quiero oir tu voz. Escríbeme y cuéntame qué es lo que te importa en la vida y cómo lo llevas a tu día a día.
Hoy te traigo la historia de Rufi, una de las primeras alumnas de la Escuela de escritura personal de Palabras a la Vida. Rufi se ha hecho todos los cursos porque es una apasionada de la escritura.
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Rufi me ha envíado tres magníficos folios con su admirable historia y en este post voy a darle la forma periodística de entrevista. Sus palabras conmueven, despiertan y llenan de energía. Su historia no ha sido fácil y empezó de una manera muy dura «porque la vida nos trae lecciones que necesitamos aprender» — dice Rufi. Ella las ha aprendido, las ha integrado y su sueño se ha cumplido.
-¿Quién es Rufi?
-Tengo 50 años, soy una mujer afortunada, grandiosa, tenaz y con unas ganas tremendas de seguir avanzando y creciendo como persona.
–La vida no te lo puso fácil…
-No, nada fácil. Me quedé embarazada a los 16 años y en aquella época te tenías que casar. Fui madre adolescente, esposa adolescente y poco más. Pero aún en esa situación, yo seguía teniendo mi espacio sagrado, único y mágico donde nadie podía entrar, era mi mundo. Me refiero a la escritura.
-¿Cómo te ayudó la escritura?
-Maduré muy deprisa, tenía un brazo enganchado a mis muñecas y del otro , me tiraba la madurez. La escritura me permitía que en ningún momento dejara de soñar, jamás conjugué la voz de la derrota. Escribiendo conectaba también con la chica asustada, cabizbaja y agazapada que había dentro de mí y que esperaba ser rescatada. No paraba de escribir, de contarme historias y de visualizar mis sueños.
–Después de tu hijo, nacieron tus hijas…
– Sí, diez años después. Mis hijos son mi tesoro. Me dediqué 20 años a criar , enseñar, educar y transmitirles mis valores. Les leía todos los días y les contaba cuentos que yo misma inventaba. Verlos felices era mi prioridad. Mi tiempo estaba muy ocupado pero siempre encontraba un rato para sentarme en mi rinconcito entre mis hojas en blanco y escribir. Imaginaba mi vida como me gustaría que fuese.
–Hasta que llegó tu momento…
-Cuando mis hijos crecieron entonces me dije: «ahora me toca a mí». Yo quería ser dentista. No tenía ningún estudio, así que aquello daba un poco de risa para algunas personas, pero era mi sueño y una mañana se lo dije a mi familia: «mamá será dentista». Le hice caso a la intuición y seguí los pasos que dictaba mi corazón .
–¿Cómo fue eso?
-Me preparé durante dos años para entrar en la universidad. Y, simultáneamente, todos los días escribía. Mis hojas en blanco eran mis mejores amigas, ellas me entendían y me permitían conectar conmigo misma. Durante esos dos años visualicé al detalle la entrada a la universidad como si de una película se tratara, imaginé hasta la ropa que llevaría puesta ese día tan especial, podía oler, tocar, sentir la alegría que aquello me producía. Era pura fusión entre el sueño y mi yo.
–Hasta que tu sueño se hizo realidad…
-La confianza en mí, hizo que yo avanzara y luchara por mi sueño. Sabía que todo iba a cambiar y cambió . Mi marido no supo aceptar cambios, así que después de 25 años de matrimonio lo dejamos. Mi entrada en la universidad fue tal y como yo la visualizaba. Fue increíble. Nunca podré expresar con palabras lo que sentí al ver realizado mi sueño.
–¿Y la universidad?
-Mi etapa en la universidad duró 6 años. Compaginaba trabajo, estudios y mis hijos; no es sacrificio como algunos quisieron llamarlo, es una gran fortuna. Nadie me enseñó cómo tenía que hacer las cosas para que ocurrieran. Escuché a mi corazón pues sabía que podía llevarme donde yo quería estar. Las visualizaciones, las afirmaciones y las anotaciones que hacía en mi cuaderno…Todo era mi motivación , incluso dibujaba la casa que quería tener algún día. La escritura fue mi más fiel compañera.
–¿Y ahora, cómo te sientes?
-Soy la mujer que siempre he querido ser , tengo 50 años , soy odontóloga, especialista en implantología oral. Tengo mi propia clínica , me encanta mi trabajo y le sigo poniendo a todo lo que hago la misma pasión y amor. Incluso la casa que dibujaba y que solo existía en mi imaginación , ahora vivo en ella.
–¿Tu receta?
-Mi motor es el amor y mis valores. Ya sabes, los tengo en el mapa de vida , que me hiciste, para no perderme. Lo tengo enmarcado y colgado en mi consulta, sigo escribiendo todos los días y haciendo los mismos rituales , viviendo y aprendiendo de lo bueno y de lo malo que nos ofrece la vida .
Encontrar Palabras a la vida me ha hecho ilusionarme todavía más en escribir , en pensar que no estoy sola , que tenemos conexiones que nos acercan a otras personas que vibran en la misma frecuencia del amor.
Que mujer!!!!! Gracias a las dos.Cuentanos un cuento, de esos que escribe esta mujer tan increíble.besazos a las dos
Gracias a ti, Patri !!! Me encanta tener noticias tuyas a través de los comentarios 🙂 Le hago llegar ahora mismo tus palabras a Rufi. ¡¡¡ Me parece genial esa propuesta del cuento!!! ¿No te animas a contarnos algo de ti a las mujeres de Palabras a la Vida? Sé que tienes historias que nos motivarán y nos llenarán de magníficas energías. Lo siento cada vez que recibo tus palabras. Besazos para ti también !!
Me ha encantado el sueño de Rufi…..me encantaria leer uno de sus cuentos!!!
Decir tb, que tengo «Por si te pierdes» y me encanta y me ha servido.
Tb escribo sobre cosas que me inspiran y sobre hechos de mi vida, pero me cuesta hacerlos publicos….
Gracias
¡¡ Hola, Susana !! Bienvenida a Palabras a la Vida.
Me hace mucha ilusión que te haya gustado la historia de Rufi, es una mujer sensacional, un espejo que nos recuerda lo que podemos llegar a ser. Tiene además un corazón muy grande. Me enorgullece que a este lugar de internet lleguéis mujeres tan maravillosas.
Rufi nos contó su historia y otra mujer, lo mismo que tú, también sugirió la idea de que Rufi compartiera alguno de sus cuentos. Le hice llegar la propuesta y la aceptó al momento.
Puedes leer su precioso cuento dentro de un post que se titula «¿Dónde tienes tu cueva?»
https://www.palabrasalavida.com/donde-tienes-tu-cueva/
Me encanta que hayas leído «Por si te pierdes» y que en él hayas encontrado ayuda. Muchas gracias por compartirlo.
¡Es genial que practiques la escritura personal! También es normal que te cueste hacer públicos tus escritos pero yo te animo a que vayas llevando tus límites cada vez un poquito más allá y tu espacio creativo se ensanchará y con él tu evolución como persona. Lo que tú sientes en tu corazón está en los demás corazones; no temas expresarlo. Al principio tememos ser vulnerables al exponer lo que guardamos en el corazón, pero cuando lo haces te das cuenta de que eres vulnerable porque también eres fuerte. La vulnerabilidad no puede existir sin la fortaleza, se necesitan la una a la otra y eres tú quien decide cómo sentirte. Recuerda también que todo lo bello es frágil y vulnerable. ¡Mira las flores! Te animo a que te expreses sin miedo al qué dirán. Lo único que importa es lo que tú dices y como tú te sientes.
¡¡ Un abrazo !!