¿Te has dado cuenta de que ya huele a primavera?
En mi paisaje, aquel con el que se encuentran mis ojos cada día, hay ya almendros en flor. También han florecido las mimosas — acacia dealbata –. Han vuelto las cigüeñas que están ocupadísimas reparando sus nidos y preparándose así para la crianza. El ciprés que veo desde mi ventana ha recuperado el jolgorio de los pajarillos.
La Madre Tierra se despereza.
En mi tierra hay una tradición que se celebra por Santa Águeda, el cinco de febrero. En concreto, la víspera. Los mozos salen a cantar. Desde hace un tiempo también cantan las mujeres, las chicas jóvenes. Se ponen en círculo para entonar su canción. El círculo siempre fue una forma sagrada. Acompañan su cántico golpeando rítmicamente contra el suelo, a modo de percusión, unos gruesos palos de madera, los «makilak».
Alguien me contó una vez que hacen este sonido, profundo, ancestral, mágico, para despertar a la Madre Tierra. Para que se desperece y vaya trayendo la primavera.
¿A ti te cuesta salir de tu sueño invernal? Ya ves que a la Madre Tierra sí, hay que despertarla.
A mí me cuesta muchísimo. Me encanta el recogimiento. Esa sensación de semilla alimentándose, nutriéndose, creándose bajo el manto protector de la Tierra durante el invierno. Estamos en ese tránsito entre la calma placentera del submundo invernal y la plenitud de la primavera que espera fuera.
Date tiempo, no hay prisa. Aunque escuches fuera los «makilak». Si te apetece seguir creándote, continúa. Cuando estés preparada, no podrás parar los brotes verdes. Buscarán con insistencia la luz, atravesarán el manto de la tierra, y saldrán al sol, al Rey Sol, para llenarse de fuerza y vigor.
Todo llega a su debido tiempo.
Y no sólo lo que se refiere al cambio de estación, que es el comienzo de una nueva etapa en nuestro ciclo creativo. En todos y cada uno de los aspectos de tu vida, todo llega, cuando ha de llegar.
Nos suele costar entenderlo porque casi siempre tenemos prisa. Pero no entenderlo ni aceptarlo es perder energía a lo tonto. Tu energía es lo más valioso que tienes. Estate atenta a los comportamientos, las circunstancias y las pesonas que te desgastan y, siempre que puedas, aléjate y, si no es posible, respira.
Respira profundamente. La gran maestra Carmen Paz recomienda hacerlo en una tanda de 13 veces: trece respiraciones profundas. Entiende que es un número adecuado para que nuestro cerebro, al acompasarse con la respiración, reciba el mensaje de que ha llegado la calma. La mente identifica las respiraciones profundas y conscientes con la paz interior. Así que cuando respiras le estás diciendo que te sientes en paz.
Si te despistas y no puedes completar ese ciclo de 13 respiraciones, no te juzgues. Y si te apetece, vuelve a empezar.
Cuando respiras te separas de esas circunstancias o personas que te quitan energía. El mayor drenaje energético se produce cuando nos fundimos con nuestras emociones negativas. ¿Sabes por qué? Porque al identificarnos con ellas nos volvemos sus cautivas.
Cuando respiras rompes este mecanismo y lo que es más importante, eres capaz de aceptar lo que está ocurriendo manteniendo la distancia, sin fusionarte con ello. Te separas, aceptas sin juzgar y, entonces, ocurre el milagro. ¿Cuál es? Pues que desarmas ese mecanismo, lo dejas sin poder y lo acabas desactivando.
Y todo ha empezado, ¿lo recuerdas?, respirando.
La respiración es algo valiosísimo que ya tenemos. Algo mágico que nos recuerda que no hay ningún lugar al que ir, nada que hacer, ni ningún estadio especial que alcanzar.
Lo único especial es la vida expresándose en este mismo momento, él único que tenemos.
Minelly dice
Qué hermoso!
Lo describes de una manera tan linda, con cada detalle es cómo si me transportará a ese lugar.Sentir tanta paz con la belleza de la naturaleza.
Gracias Garbie, te mando un abrazo de luz.
Palabras a la Vida dice
Gracias a ti, Minelly!! Por tus palabras y por tu disposición abierta y receptiva para viajar conmigo a ese lugar 🙂 Otro abrazo para ti!!
Delia dice
Perfecta y oportuna reflexión … una delicia…me inspira y me muestra una bella y útil senda… gracias
Palabras a la Vida dice
Gracias a ti, Delia !! Me alegra mucho recibir tu comentario y saber de ti 🙂 Es un halago para mí que encuentres inspiración en estas palabras. Besos !!
Isabel Garcia Garcia dice
La verdad es que me cuesta bastante salir de mi sueño invernal. Observo movimiento en la tierra, ya no está tan fria y gris, han salido las margaritas y las violetas, tambien los bulbos de primavera están empezando a lucir sus bonitos colores… creo que es hora de despertar, de empezar un nuevo ciclo, y de vivir!!!!
Muchas gracias Garbi.
Un abrazo.
Palabras a la Vida dice
Muchas gracias a ti, Isabel !! Por tus palabras siempre tan honestas y por todas las fotos preciosas que me mandas 🙂 Otro abrazo para ti, grande y cálido!!